Arriba: noviembre. Pode lo antes posible después de la caída de las hojas, y nunca después de fines de enero. La poda temprana de invier no adelantará el brote de la yema alrededor de siete días con respecto a la vid podada en primavera. Por tanto, en los lugares propensos a las heladas primaverales, puede ser más conveniente podar la vid en marzo o abril, con la esperanza de librarla así de los eventuales daños de una helada. Sin embargo, conviene señalar que la vid con poda tardía puede sufrir «llanto» de savia en los cortes de la poda. Aun así, y dando por supuesta la salud de la vid, el llanto de savia no suele debilitar a las plantas, y además el flujo se detiene en cuanto éstas desarrollan algunas hojas. Tenga en cuenta que hay, o debiera haber, tres sarmientos robus tos de reemplazo que deben apoyarse en el rodrigón o en el poste. Si no los hubiera, utilice tres laterales robustos próximos al centro. Los dos brazos fructíferos del verano anterior deben cortarse hasta los sarmien tos de reemplazo. Un sarmiento se lleva horizontalmente hacia la iz quierda y el otro hacia la derecha, formando un arco sobre los alambres inferiores. El tercero se poda a 3 o 4 yemas. Estas yemas proveerán los sarmientos de reemplazo al año siguiente.
Centro: enero. La poda invernal ha terminado. Los sarmientos de reemplazo se han sujetado al alambre inferior, y se han eliminado los pámpanos antiguos, dejando 60-75 cm a cada lado. El tercer sarmiento se ha podado a 3 o 4 yemas (vara).
Abajo: julio, agosto, septiembre. Los pámpanos se guían sobre los alambres dobles. Pódelos a dos o tres hojas por encima de los alambres superiores, utilizando, si es necesario, unas tijeras de podar o una po-dadora. Elimine cualquier brote sublateral. Los sarmientos de reempla zo (3 para el Guyot doble, 2 para el Guyot simple) se apoyan sobre el rodrigón o poste hasta una altura de 1,5 m. Los sublaterales se despun tan a una hoja. Un consejo perfeccionista: debe suprimirse cualquier floración existente en los sarmientos de reemplazo, aunque esto no re sulta estrictamente necesario si el desarrollo es vigoroso. Suprima todos los pámpanos sobrantes, y también los chupones que salgan del tronco entre los dos brazos. Empiece a principios de septiembre extrayendo de forma gradual una pequeña proporción de las hojas más bajas, en can tidad suficiente para que los racimos estén más expuestos al sol y para obtener una mejor circulación del aire. Procure no exponer de golpe los racimos al sol, puesto que podrían quemarse. La reducción del fo llaje facilitará la maduración del fruto y el control de podredumbre gris o botritis.
0 comentarios:
Publicar un comentario